Historia y origen de los gatos British Longhair
¿Sabías que el elegante y esponjoso gato British Longhair tiene una historia fascinante que se remonta a más de un siglo? Este felino, conocido por su denso pelaje y carácter tranquilo, es el resultado de cruces cuidadosamente planificados y eventos históricos que moldearon su desarrollo. Acompáñanos en este viaje para descubrir cómo surgió esta encantadora raza.
Los inicios: del British Shorthair al British Longhair
La historia del British Longhair está intrínsecamente ligada a la del British Shorthair. Los orígenes de estos gatos se remontan a más de 2.000 años, cuando los romanos llevaron gatos domésticos de pelo corto a Gran Bretaña durante sus invasiones. Estos felinos se adaptaron al clima británico y se cruzaron con gatos locales, dando lugar al robusto y resistente British Shorthair.
A finales del siglo XIX, los criadores británicos comenzaron a interesarse por estandarizar y preservar las características de estos gatos autóctonos. Sin embargo, las dos guerras mundiales tuvieron un impacto devastador en la población de British Shorthair, llevándola casi al borde de la extinción.
La introducción del gen de pelo largo
Para recuperar y fortalecer la raza después de las guerras, los criadores decidieron cruzar los British Shorthair con gatos Persas. Este cruce no solo ayudó a aumentar la población, sino que también introdujo el gen recesivo de pelo largo en la línea genética. Como resultado, comenzaron a aparecer gatitos con pelaje semilargo en las camadas de British Shorthair.
Inicialmente, estos ejemplares de pelo largo no eran aceptados dentro del estándar de la raza y, por lo tanto, se excluían de los programas de cría. Sin embargo, con el tiempo, la belleza y el carácter distintivo de estos gatos llevaron a los criadores a reconocerlos como una variante propia: el British Longhair.
Reconocimiento oficial y desarrollo de la raza
Aunque el British Longhair comparte muchas características con su pariente de pelo corto, como su estructura robusta y temperamento equilibrado, su pelaje denso y semilargo le otorga una apariencia única. A pesar de sus cualidades, el camino hacia el reconocimiento oficial de la raza fue lento y lleno de desafíos.
En el año 2000, Francia fue uno de los primeros países en reconocer oficialmente al British Longhair como una raza distinta. Posteriormente, en 2009, la Asociación Internacional de Gatos (TICA) y la Federación Mundial Felina (WCF) también otorgaron su reconocimiento a la raza. No obstante, en el Reino Unido, su país de origen, el British Longhair aún no ha recibido un reconocimiento completo por parte de las principales organizaciones felinas.
Reconocimiento internacional del British Shorthair
En 1980, el British Shorthair fue oficialmente reconocido como raza por las principales asociaciones internacionales de gatos, como la FIFe (Federación Internacional Felina) y la CFA (Cat Fanciers’ Association). Desde entonces, su popularidad no ha dejado de crecer en todo el mundo.
Hoy en día, el British Shorthair es considerado uno de los gatos domésticos más queridos, no solo por su apariencia física, sino también por su carácter equilibrado y afectuoso.
Características distintivas del British Longhair
El British Longhair es conocido por su cuerpo robusto y musculoso, con una cabeza redondeada y mejillas prominentes. Sus ojos grandes y expresivos, junto con sus orejas pequeñas y redondeadas, le dan una expresión dulce y alerta. Sin embargo, la característica más destacada es, sin duda, su pelaje semilargo y denso, que requiere cuidados regulares para mantener su belleza y evitar enredos.
En cuanto a los colores del pelaje, el British Longhair presenta una amplia gama de tonalidades y patrones. Desde colores sólidos como el azul, negro y blanco, hasta patrones tabby y bicolores, la diversidad es amplia. Esta variedad cromática se debe a la rica herencia genética de la raza, influenciada por los cruces con Persas y otras razas a lo largo de su historia.
El British Longhair en la actualidad
Hoy en día, el British Longhair ha ganado popularidad en diversos países, especialmente en Europa y América del Norte. Su temperamento tranquilo y afectuoso, combinado con su impresionante apariencia, lo convierten en una mascota ideal para familias y personas que buscan un compañero felino equilibrado. A medida que más organizaciones felinas reconocen oficialmente la raza, es probable que su popularidad continúe en aumento en los próximos años.
La historia del British Longhair es un testimonio de la resiliencia y adaptabilidad de los gatos, así como de la dedicación de los criadores que trabajaron arduamente para preservar y promover esta encantadora raza. Desde sus antiguos orígenes hasta su desarrollo moderno, el British Longhair ha recorrido un largo camino, consolidándose como una de las razas felinas más apreciadas por su belleza y carácter.
